A lo largo de este tercer trabajo, y junto con las diferentes charlas dadas, fui llegando a la conclusión de que prácticamente toda pequeña acción que sucede en el mundo puede servir como perfecto disparador para construir una situación. Así como los situacionistas, 'que hacían arte marchando al paso de la realidad, pero una zancada por delante', es cuestión de encontrar la manera más interesante de contar cualquier aspecto de la realidad, haciendo uso de diversos recursos. Por ejemplo, teniendo en cuenta la focalización, mediante la cual podemos llegar, o no, a determinar "cuánto saben los personajes y cuánto sabemos nosotros" sobre la situación que es mostrada. En otras palabras, la manera de lograr el efecto de 'bomba dajo la mesa'.
Además, la utilización de la focalización y otras recursos pueden ser de gran ayuda para lograr una dosificación de la información que permita convertir, incluso la situación más trivial, en algo interesante.
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